Estaba paseando tranquilamente por el parque, cuando una ardilla se encaramó a la valla y me dijo: -eh, tú! Sí, sí, tú, quieres que te cuente un secreto?
Me aleje rápidaménte de la valla, pero la ardilla me seguia. Por más que lo intentaba, no lograba alejarme de la ardilla. De repente, se me ocurrio un plan. El plan era suficientemente astuto para atrapar a un roedor parlante. Convencí a un amigo para que me ayudara a atrapar a la ardilla. Volvi al lugar donde la había visto por primera vez y la ardilla volvió a aparecer. Estuve hablando con ella un poco. Mientras tanto mi amigo, con una trampa para ratones, la atrapo por detrás. Ya la teniamos. Ibamos a ser famosos cazadores de roedore parlantes, pero me dio pena la ardilla y la soltamos.
No comments:
Post a Comment